CONTAMINACIÓN DE RUIDO EN LA ZMG, UN PROBLEMA SILENCIOSO

Este 29 de abril se conmemora el Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido

La Zona Metropolitana de Guadalajara carece de un programa integral de gestión acústica urbana, lamentó la investigadora del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) de la UdeG, doctora Martha Georgina Orozco, al conmemorar este 29 de abril el Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido.

 

Y es que el problema auditivo es silencioso, no es como el de la contaminación del agua, que tiene efectos inmediatos. Cada vez más jóvenes presentan hipoacusia por exposiciones a altos niveles de ruido en lugares cerrados como “antros”, en conciertos o por usar audífonos. En el caso de los bares, la música supera los 95 decibeles, cuando 70 ya representan niveles críticos, subrayó la investigadora.

 

La falta de un programa integral en esta materia queda de manifiesto con lo que ocurre en la obra pública de la urbe; estudios del CUCBA han encontrado, aun en obras actuales, que los trabajadores de esta área operan maquinaria con pocas o nulas condiciones de protección: sin cascos, zapatos adecuados, ni tapones auditivos.

 

Alumnos de la asignatura en Toxicología Ambiental del CUCBA realizan un monitoreo sobre niveles de ruido en obra pública, en la avenida Aviación. El trabajo forma parte de otro estudio efectuado en 2014 en uno de los pasos a desnivel de avenida Vallarta, donde analizaron las condiciones de ruido y salud laboral.

 

En el último encontraron que trabajadores no cumplían con la edad requerida; algunos no tenían equipo de seguridad u otros no querían utilizarlo; presentaban jornadas de trabajo extenuantes y respiraban partículas menores a 2.5 micras, las cuales tienen efectos nocivos en el sistema respiratorio o los ojos.

 

Hallaron que los empleados operaban maquinaria, como soldadores, sin protección auditiva. La Secretaría de Trabajo y Previsión Social plantea que los trabajadores no deben exponerse por más de ocho horas a niveles de ruido que superen los 90 decibeles, sin embargo, esto no sucede.

 

Orozco Medina dijo que la concentración del tráfico, la falta de áreas verdes y espacios abiertos también habla de la necesidad de un programa para dar calidad auditiva a los ciudadanos; así como avanzar en la regulación, sanción y vigilancia. Los industriales deben incorporar medidas para disminuir ruidos en sus empresas y los “antros”, controles de amortiguamiento sonoro. La población debe evitar exponerse a altos niveles de ruido.

Texto: Eduardo Carrillo