Los campamentos tortugueros de la Coordinación de Extensión del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) y la Fundación Ecológica Selva Negra, han trabajado durante 12 años en la protección y conservación de la tortuga marina en la comunidad Platanitos de San Blas, Nayarit. De ahí que pudieron liberar aproximadamente a un millón 500 mil tortugas de diferentes especies en el pacifico mexicano, informó la maestra Blanca Alicia Bojórquez Martínez, Coordinadora de Extensión de dicho plantel de la Universidad de Guadalajara.
El objetivo de los campamentos es proteger las poblaciones y nidos de tortugas marinas que llegan a reproducirse en costas del pacífico mexicano, además se implementan actividades de vigilancia y de educación ambiental en las comunidades cercanas.
Una tortuga Golfina puede llegar a poner alrededor de 94 huevos, y en 45 días logra nacer el 85%, pero solo una de cada mil que son liberadas llega a la vida adulta. Este año se han recuperado 5 mil nidos en 9 kilómetros de playa que protege la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, informó Leonardo Alvarado Valencia, Profesor investigador del CUCBA y capacitador de los prestadores de servicio social.
En los campamentos se han capacitado a 2 mil 919 prestadores de servicio de la Red Universitaria, para que puedan realizar actividades como: impartir talleres sobre el cuidado ambiental a niños de primaria y secundaria, patrullaje para el rescate de los huevos de las tortugas, limpieza de playas, liberación de tortugas, entre otras actividades enfocadas al cuidado del hábitat de anidación de las tortugas marinas.
Hay diferentes razones para no bajar la guardia en la conservación de la tortuga. Existen depredadores humanos y animales. “Habitualmente en los patrullajes nos toca ver o escuchar a hueveros y mapaches que saquean los nidos de las tortugas”, comentó un estudiante que realiza el servicio social. Los hueveros son personas que comercializan ilegalmente el huevo y carne de la tortuga.
El director de la Fundación Ecológica Selva Negra, José Antonio Márquez Michel comentó que para lograr un equilibrio con los recursos naturales se necesita el trabajo en conjunto con organizaciones civiles, universidades, autoridades y las comunidades que colindan con las playas.
Texto y fotografía: Miguel Ramírez