Acuerdo contra cambio climático es “oportuno”, pero carece de compromisos

Investigador afirma que cinco años es poco para lograr resultados

El acuerdo global contra el cambio climático logrado el pasado sábado por los 195 países asistentes a la Cumbre en París (COP 21) llega de manera oportuna para lograr reducir el incremento de la temperatura de la Tierra, pero sin asentar compromisos concretos para lograrlo, afirma el doctor Arturo Curiel Ballesteros, investigador de la Universidad de Guadalajara y especialista en el tema.
 
“Estamos a cinco años, y para cambiar una política que tenga que disminuir las emisiones por movilidad, generación de energía o producción de alimentos, habría que tener ya un plan para actuar”, dijo el académico del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA).
 
Resaltó que, aunque por primera vez los países reconocen la necesidad de actuar para que la temperatura no aumente más de 2 grados centígrados para 2020, no acordaron estrategias urgentes para lograrlo al considerar que sólo quedan cinco años para la meta.
Incluso, se habló en la reunión de tratar de que el aumento de la temperatura se mantenga en 1.5. “Se retoma el mensaje de otras cumbres, y en el artículo 2, que es el que llena de optimismo al planeta, es lo que hace la diferencia de esta cumbre”, dijo Curiel Ballesteros, quien forma parte del grupo interuniversitario de investigadores que realizó un estudio de los efectos del cambio climático en Jalisco.
 
“Sin embargo, todo el incremento de los gases de efecto invernadero (GEI) –producidos por la quema de combustibles fósiles como petróleo, gas y carbón–, que están provocando el incremento de temperatura, nos dice que en 2030 estaríamos llegando a los 2 grados; y si quisiéramos que el acuerdo no fuera sólo retórica, tendríamos que empezar a actuar ya”, aseguró el universitario.
 
De acuerdo con informes científicos del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU, de proseguir las emisiones GEI al ritmo actual o mayor, se intensificaría el calentamiento y se operarían numerosos cambios en el sistema climático mundial durante este siglo.
 
Curiel Ballesteros afirmó que ninguno de los diez países que generan más gases de efecto invernadero, entre ellos Estados Unidos, Canadá, China y México –este último ocupa el noveno sitio–, han demostrado “compromisos serios” para dejar de consumir los combustibles tradicionales y aminorar la emisión de estos gases.
 
En el caso de nuestro país hay un doble discurso: por un lado, en el ámbito internacional impulsa compromisos climáticos y por el otro, sigue dependiendo de las energías fósiles. “Si se tratara de compromisos serios ya estaríamos dejando de insistir en extraer petróleo del subsuelo y en basar la reforma energética en la extracción del petróleo, y estaríamos haciendo otro tipo de acuerdos que involucren a las energías renovables”, subrayó.
 
Afirmó que uno de los aspectos positivos es que muchas ciudades del mundo se comprometieron a reducir sus emisiones de GEI mediante diversas acciones, pero ninguna ciudad metropolitana de Jalisco se unió a esta serie de compromisos que implica dejar de expandir las ciudades o evitar el automóvil como forma de movilidad.
 
En opinión del especialista, los 195 países dejaron fuera temas como los derechos humanos relacionados con los efectos que el aumento de temperatura traerá en las diversas regiones; además, se excluyó el tema de quién se hace responsable de los costos por los daños que traerán los desastres naturales que se prevén por el aumento del clima.
 
Puso como ejemplo 2015, considerado el año más caluroso desde hace más de un siglo y en el que hubo tres huracanes categoría 4 de manera simultánea en el Océano Pacífico, algo que “nadie lo pudo haber previsto” y que han dejado pérdidas económicas y humanas.
 
  
Texto: Mariana González
Fotografía: Internet