Académico de la UNAM, Óscar Prospéro García dictó una conferencia en el CUCBA.
Sustancias como el alcohol, el cigarro, la marihuana, la cocaína y las metanfetaminas y otras activan el sistema cerebral del placer; esto aumenta la probabilidad de su consumo, dijo el doctor Óscar Prospéro García, investigador del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM. Los seres humanos tenemos un sistema denominado motivación recompensa, con dos núcleos: el área ventral tegmental y el núcleo accumbens. Su comunicación, con apoyo de neurotransmisores como la dopamina, nos hace sentir placer al alimentarnos o tener sexo, eso nos hace reincidir en tales conductas, importantes para sobrevivir.
Como seres humanos ocupamos del sistema de forma natural, pero las drogas “lo usurpan”. El problema es que “si el máximo placer es tener un orgasmo, que tiene DIEZ de placer, la cocaína produce 200, entonces es terriblemente reforzante”, y a la gente ya no le interesa el sexo o comer algo sabroso.
Lo anterior fue señalado en entrevista en su primera visita a la Universidad de Guadalajara. Luego dictó una conferencia a estudiantes y académicos del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), en un ciclo que tiene lugar este 7, 8 y 9 de septiembre en el plantel, con motivo del 35 aniversario de la licenciatura en Biología. Las siguientes charlas versarán sobre emprendimiento en esta carrera. Apuntó que en algunas personas la cantidad de drogas ya no es suficiente para producir placer, pero de no consumirlas genera el síndrome de abstinencia con efectos como sudoración, ansiedad y frecuencia cardiaca alta. El problema es que las drogas tienen efectos en la memoria, la atención y otras áreas del cerebro, incluso del organismo, aunque también depende la susceptibilidad de la persona. A nivel farmacológico, las drogas más leves son la marihuana y las más fuertes son las derivadas del opio y la cocaína. Las anfetaminas y metanfetaminas son destructivas.
El abuso de sustancias ha aumentado tanto en variedad como en consumo. En México, aunque no ha crecido en proporciones como Estados Unidos o Europa, si creció de 1.5 por ciento entre personas de 11 a 64 años a 2 por ciento, dijo el miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel III. Convocó a las autoridades gubernamentales de salud a informar a los médicos y a la población en general sobre las sustancias y los efectos colaterales, “porque normalmente los chavos ven (en las drogas) la parte hedonista”. El director de la División de Ciencias Biológicas y Ambientales del CUCBA, doctor Carlos Beas Zárate, destacó que esta charla consistió en ofrecer conocimientos y generar conciencia sobre los riesgos de su consumo.
Texto y edición web: Eduardo Carrillo
