En un trabajo multidisciplinario y con ayuda del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA), Paz Arcelia Julián Núñez, académica y coordinadora del proyecto de Textiles del Centro de Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), elaboró un tinte surgido de la grana cochinilla. El pigmento es usado en diferentes fibras textiles como fieltro y lana; con dichas telas se fabrican artículos de joyería, bolsos y tapices para la industria textil.
La grana cochinilla es un insecto parasitario que vive y se reproduce en el nopal. El primer paso para la obtención del pigmento es la recolección de las hembras, ya que de su sangre se extrae laca, carmín y colorante; el proceso continúa con el secado de los insectos para después molerlos. “El colorante se obtiene a través de la sangre de la hembra, se trabaja de varias maneras: una de ellas es por infusión. Ahora trabajo en hacer un tinte en alcohol que funcione como laca de carmín”, detalló Julián Núñez.
La académica busca qué pigmento puede introducirse en la industria textil; sin embargo, aún se encuentran en la fase de investigación. “Buscamos un extracto que pueda ser aplicado a textiles pero en procesos más industrializados. El estudio intenta desarrollar telas para toda la industria textil, no es exclusivo de la moda”, agregó.
Se pretende asimismo conservar las técnicas tradiciones del textil y que la sociedad reconozca el producto natural, ya que puede tener repercusiones a nivel medio-ambiental; por esas razones imparte el taller de textil a los alumnos de la licenciatura de Diseño para la Comunicación Gráfica del CUAAD.
Para Julián Núñez las capacidades de la grana siguen sin estudiarse, y por ello se prevé para el primer semestre del año entrante la realización del primer Congreso Internacional de Carmín de Grana, Arte y Diseño en Guadalajara.
Además de grana, la maestra también elabora tintes aplicables a textiles y papel con flores, raíces, tallos, palma, tule, fornio, bagazo del agave, hongos y líquenes