Degradación de suelo agrícola podría combatirse con lombricultura

Crece la cantidad de plantas al añadir fertilizante de lombriz, de acuerdo con estudios de UdeG

En Jalisco, arriba de 60 por ciento de suelos agrícolas tienen algún nivel de degradación física, química o biológica, causada por la erosión del viento y el agua, el uso indiscriminado de agroquímicos y el empobrecimiento de la materia orgánica. La Universidad de Guadalajara (UdeG) investiga la lombriz y sus aportes para rehabilitar la tierra e incrementar la productividad del campo.
 
Uno de los estudios –efectuado desde hace año y medio y a realizarse por tres años más–  consiste en incorporar diferentes dosis de abono de lombriz (0, 10, 20, 30 toneladas por hectárea) en áreas experimentales, a fin de conocer cómo reacciona la producción de biomasa, es decir, la cantidad de materia viva o plantas, y la fertilidad del suelo.
 
Resultados parciales muestran que al añadir 10 toneladas de vermiabono en una hectárea, crece la producción de biomasa de 3.4 toneladas a 5, destacó el profesor investigador jubilado de la UdeG, doctor Eduardo López Alcocer.
 
Con esta biotecnología de bajo impacto ambiental, los agricultores disminuirán costos de producción, y a futuro reducirán el ataque de plagas y enfermedades en cultivos. Además, ahorrarán agua y producirán alimentos libres de químicos para el ser humano, puntualizó López Alcocer.
 
El Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA) impulsa la lombricultura para el Centro Occidente de México desde 1994. Y desde hace cuatro años, académicos del plantel establecieron el Módulo de “Biorreciclados y sistemas de producción”, donde realizan estas tareas de investigación, además de docencia y transferencia tecnológica.
 
Tal espacio con enfoque integral imita la naturaleza y aprovecha la energía en los diferentes niveles del sistema de biorreciclado. Se usan los residuos orgánicos domésticos, de industria y agropecuarios –altamente contaminantes–, y con apoyo de la lombriz de tierra son transformados en abonos para rehabilitar el suelo y aumentar las cosechas, explicó la profesora investigadora del CUCBA, doctora América Loza Llamas.
 
“Es una ventana para hacer estrategias de bajo impacto ambiental que minimicen los gases de efecto invernadero y que están ligados al cambio climático”, agregó Loza Llamas.
 
Este 17 de junio será conmemorado el Día Mundial de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía. Uno de los problemas del suelo agrícola mundial es que 52 por ciento está degradado de forma moderada o grave, de acuerdo con la ONU.
 
  
Texto: Eduardo Carrillo
Fotografía: Adriana González